Es necesaria y se recomienda la siesta al mediodía como una medida contra la falta de sueño y recuperación, independientemente de las horas de sueño que se hayan dormido por la noche. Quizá por un mero reinicio de nuestro organismo, hábil para un día más de enérgica actividad diaria.
Las investigaciones que hasta ahora se han hecho sobre el tema, indican que después de una noche de sueño normal y suficiente o después de una noche de pérdida de sueño, una siesta al mediodía podría mejorar aspectos relacionados con el ejercicio y también con el rendimiento cognitivo. Además también proporciona beneficios en las respuestas perceptivas de los atletas, sobre todo en cuanto a la fatiga.
¿Qué estudios encontramos con respecto a la siesta para mejora del rendimiento?
La mayoría de los hallazgos corroboran que una siesta prolongada (>35-90 minutos) tienen más beneficios que las siestas más breves (20-30 minutos). Por tanto, tras una noche de sueño normal, una siesta diurna de entre 30 y <60 minutos tiene un efecto moderado-alto en la mejora de rendimiento y percepción de fatiga.
Por otro lado..
Dada la importancia del sueño en los procesos de recuperación, la intervención en los atletas profesionales debería estar garantizada con el fin de asegurar una óptima calidad de sueño. El impacto de un sueño inadecuado se relaciona con las lesiones y el rendimiento de manera directa, y las estrategias para conseguir resultados positivos están bien estudiadas.
Es significativo considerar que siendo este un tema muy importante en el contexto de cuidado integral de deportistas, los entrenadores o preparadores físicos e incluso los mismos deportistas no le dan la importancia que deberían darle.
En resumen, la falta de sueño y ruptura habitual de los ritmos circadianos, así como dormir tarde y mal, está asociado con una mayor prevalencia de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, o enfermedades respiratorias.
El vínculo entre salud, deporte y dormir es muy importante y el cual debemos respetar en todo momento.