Hola Valenfiters! Hoy vamos a hablar sobre uno de los peligros de entrenar en verano, sobre todo estos días, es el sol y el calor. Sobre todo si son ejercicios de alta intensidad.
El calor puede afectar a nuestro organismo en distintos niveles y por ello tenemos que tener bastante cuidado cuando entrenemos sobre todo al aire libre. Cuando hace calor, o la temperatura del lugar donde realizamos nuestro entrenamiento es más elevada, hay mayor riesgo de perder agua y sales minerales. Lo que conllevará a una deshidratación, a un menor rendimiento deportivo e incluso a otras afecciones que comentaremos a continuación.
Estas son las siguientes y hemos de tener mucho cuidado para que no sucedan:
Calambres musculares
Los calambres musculares son contracturas musculares por pérdida excesiva de agua y sales y por aumento de la temperatura corporal. Es por ello que conforme aumenta la temperatura ambiental, hay más riesgo de sufrir este tipo de calambres.
Síncope por calor
Se trata de una pérdida de conciencia que se recupera al tumbarse en el suelo. En ocasiones no tiene porque perderse por completo la conciencia, si no que puedes sentir malestar, mareos o inestabilidad debido al aumento de temperatura y al calor. Indica que esta pérdida de agua y sales es más grave. En estos casos es recomendable cesar la actividad que estemos realizando.
Agotamiento por calor
Se trata de la incapacidad que siente nuestro cuerpo para poder seguir con la actividad física. Cuando hace más calor, nos cansamos más rápido y todo se debe a esta pérdida de agua y sales de la que estamos hablando a lo largo de este artículo. En este caso para que no sea más grave, debemos parar también y buscar asistencia sanitaria si es necesario.
Golpe de calor
Esta es la situación más grave que se puede dar debido al calor y a las altas temperaturas. Hay afección renal, muscular, cerebral y hepática. En este caso es muy importante la asistencia sanitaria ya que si no se trata a tiempo puede ser causa incluso de muerte.
Nuestro organismo dispone de capacidad para eliminar el calor: evaporación del sudor, irradiación del calor, conducción y convección. Si la temperatura ambiental es alta, el mecanismo fundamental es el sudor, y la capacidad de eliminación de calor es limitada. Y debido a esa limitación es cuando puede darse el golpe de calor. Por ello y por otros factores de tipo individual, ambiental, etc.
Estos son los riesgos a los que nos enfrentamos al entrenar bajo condiciones de temperaturas elevadas. Pero no podemos dejar que esto nos pare, podemos tomar una serie de medidas que os aconsejamos para seguir entrenando al máximo en verano y no dejar de cuidarnos.
Adapta tus horarios
Si es posible intenta entrenar a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, ya que las temperaturas en estos momentos del día son más bajas.
En el caso de que no puedas realizar deporte a estas horas, busca lugares con sombra como arboledas, lugares de interior frescos sin mucha humedad o en los que puedas mantener una temperatura no muy elevada.
Hidrátate
Intenta beber agua durante tus entrenamientos o incluso bebidas isotónicas para reponer esas sales minerales que perdemos durante el ejercicio. Bebe como mucho cada 20-30 minutos unos 200 o 400ml de agua para evitar la deshidratación y de esta forma lograr un mayor rendimiento. Hay que intentar que el agua o las bebidas no estén demasiado frías porque si no no se absorben adecuadamente.
La elección de la ropa
Elige ropa ligera, transpirable y cómoda. Como ya sabréis, sudar más no quiere decir que perdamos más grasa. Tenemos que tener cuidado porque puede ser algo muy peligroso.
Protégete del sol
Utiliza crema solar resistente al sudor y al agua para protegerte la piel y no quemarte y gorras o gorros para protegerte la cabeza.
Reduce la intensidad
Si practicas el deporte durante las horas de más calor, intenta reducir la intensidad del entrenamiento para no correr con los riesgos comentados anteriormente.
Descansa
Tenemos que intentar descansar las horas necesarias (entre 7-8) para que no nos afecte al rendimiento deportivo. Ya que la energía debido al calor ya se verá mermada.
Duchas frías o de contraste
Tras la práctica, duchas de contraste o frías ayudarán a la recuperación más temprana. Además de una buena alimentación y reposición de sales minerales.
Por último, si todo esto no ha funcionado y aún así sentís algún síntoma relacionado con las afecciones comentadas anteriormente, os damos unos consejos a seguir:
- Deja de realizar la actividad física de manera inmediata.
- Si notamos mareos tumbarnos y elevar las piernas.
- En caso de tener un calambre, masajear la zona afectada.
- Darse baños de agua fría e hidratarse.
Esperemos que os protejáis de estas temperaturas pero sigamos todos juntos dando el 100% de nosotros mismos en los entrenamientos. ¡Nada nos para!